Los implantes dentales son una práctica muy común hoy en día, y ya no son vistos como una práctica elitista, al alcance de unos pocos pacientes, como sí ocurría hace pocos años. La implantología es una de las áreas más importantes e innovadores de la odontología. 

Los implantes dentales son pequeñas estructuras metálicas (de titanio) que se colocan quirúrgicamente en el maxilar y la mandíbula como reemplazo de dientes perdidos por diferentes motivos. Así, los implantes funcionan como sustitutos de la raíz del diente natural, permitiendo la colocación de uno o varios dientes nuevos.

El titanio, hace que los implantes sean altamente biocompatibles y que tengan una capacidad única de osteo-integración, permitiendo el crecimiento óseo alrededor del implante.

La colocación de implantes dentales, de acuerdo con el número de dientes perdidos y el número de implantes utilizados, permite la sustitución de un diente, varios o incluso la dentición completa. Así pues, los implantes dentales representan una «tercera dentición», cuya calidad estética y eficacia funcional final dependerá una cuidadosa planificación médico-quirúrgico y protésica.

Es fundamental, para el éxito del tratamiento implantológico, la realización de una planificación minuciosa que tome en cuenta múltiples factores. Como la calidad y cantidad ósea o la presencia de contraindicaciones (genéricas y del propio paciente). Solo un dentista especializado en este área puede garantizar si el tratamiento con implantes es posible y apropiado.

PREGUNTAS FRECUENTES

¿Es normal el rechazo de los implantes?

Actualmente, el rechazo es prácticamente inexistente debido a que los materiales utilizados son altamente biocompatible. En porcentajes mínimos, pueden ocurrir la pérdida de un implante, pero por razones que no tienen que ver con un rechazo, sino con un proceso patológico que se produce después de la colocación del implante. Por ejemplo, una infección, enfermedad de las encías o una mala higiene bucodental.

¿La colocación del implante es dolorosa?

No. La colocación de implantes dentales se realiza mediante una técnica quirúrgica mínimamente invasiva y traumática. Por tanto, no es dolorosa. Dependiendo de la complejidad de los casos, se puede sentir dolor y/o incomodidad post-operatoria. En especial, en aquellos que involucran múltiples implantes y el hueso y regeneración de tejidos. En cualquier caso, los pacientes son tratados adecuadamente para minimizar el dolor y/o molestias que pudieran sentir.

¿Qué tipo de anestesia se utiliza?

En la mayoría de casos, los tratamientos con implantes se realizan de forma ambulatoria, en el centro médico, sin necesidad de hospitalización. Utilizando para ello el mismo anestésico al utilizado en los tratamientos dentales más convencionales. Solo en casos muy puntuales, y debido a la complejidad de dicho caso, la colocación del implante se realiza en hospitales con anestesia general.

¿El tabaco es perjudicial?

Sí. El tabaco es perjudicial, pero no es una contraindicación absoluta. En cualquier caso hay que señalar que el tabaco puede aumentar la reabsorción ósea, lo que dificulta las primeras etapas del proceso de cicatrización y puede aumentar la incomodidad post-quirúrgico.

¿Puedo someterme al tratamiento durante el embarazo?

En los primeros tres meses no. El resto del tiempo, si no es por una emergencia, necesaria e inevitable (casos de accidentes con pérdida traumática de dientes), no recomendamos la colocación de implantes durante el embarazo.

¿Cuál es la tasa de éxito en la implantología?

El éxito en la implantología es de alrededor de 98%, dependiendo de la calidad de los implantes utilizados, la experiencia del dentista, la idoneidad y la calidad de la prótesis creada, y de los cuidados del paciente con su higiene oral y con las consultas de rutinarias para revisar los implantes.

¿El tratamiento con implantes es caro?

La implantología no debe ser vista como un tratamiento caro, sobre todo si tenemos en cuenta todas las ventajas que este tipo de tratamiento ofrece. La posibilidad de tener una «tercera dentición fija», el uso de materiales de excelente calidad y altamente biocompatible; la recuperación de la confianza, comodidad y funcionalidad; la posibilidad de sustituir la estética dental y facial… Todo ello, tiene un valor que compensa la inversión en este tipo de tratamiento.

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